15 de junho de 2008

Día 3 - A subir la madre de todas las montañas

Finalmente el día esperado de cruzar nuevamente la vieja y respetada Cordillera de Los Andes, la madre de todas las montañas. A las 9:30 logro comunicarme con el amigo y gran piloto aventurero Ricky Godoy, quien, junto con un grupo de 5 BMW viene elegantemente llegando en avión a Iquique, para subirse a las motos despachadas en camión y, acompañados por un Defender de apoyo, cruzar a Bolivia y de ahí seguir al Salar de Uyuni. Algunas horas de preparar motos, equipajes y bolsos (en el jeep), para finalmente salir juntos rumbo a Colchane. Lógicamente no iremos por el asfalto..... Subimos de Alto Hospicio a Pica y desde ahí tomamos el sendero de montaña que, pasando por maravillosos salares, nos llevará a Colchane (Don Atope: debo reconocer que esto es tan o más bonito que lo que Ud. me describió).


Como partimos muy tarde, se nos hace noche en la cordillera; está muuuuuy frío y hay tramos con pozones de arena, por primera (quizá por el resfrío que traigo conmigo) me veo afectado por la puna a más de 4000 msn, y me empiezan a fallar las fuerzas y el raciocinio se vuelve lento...... me caigo en arena profunda pero que no representaría mayor dificultad en condiciones normales.... más adelante, liderando un subgrupo de 3 motos, me distraigo del GPS y tomo ruta equivocada, lo que nos atrasa unos 20 minutos más. Hay trechos en que pisamos nieve..... menos mal que luego percibimos el error y ubicamos al vehículo de apoyo, llegando a la posada de Colchane tarde pero bien. Fueron más de 200 Km de tierra, piedra y arena en estas montañas de ensueño.
Me siento pésimo, con nauseas y dolor de cabeza...pasaré un noche en claro, pero el paseo por la montaña con este excelente grupo de pilotos y los parajes que visitamos, compensan, ¡¡y mucho!!
Después de una cena (no logro comer mucho) nos recogemos para un baño caliente y acordamos desayunar a las 7:00 AM, cuando seguiremos a Bolivia y, al pasar la frontera, ellos seguirán a Uyuni (no me repetiré el plato esta vez, la próxima visita al Salar de Uyuni espero que sea con mi polola), y yo me despido para rumbar a Cochabamba.

























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